Entonces a los hombres les fue dado el don de la muerte.. Muerte consejera cuando uno quiere oir, muerte oscura y amenazante para los que quieren mantenerla alejada. Intuyo su presencia sin verme en sus ojos, me invaden matices de su propia naturaleza, y actúo..
Actúo desde mi superficie cuando no soy impecable (casi siempre?), actúo desde mi profundidad cuando dejo caer escudos (y es ahí donde el tiempo no cuenta, donde el miedo se adormece, donde no importa lo que pasa porque el sentimiento devora).
Me releo, y como siempre en la fragilidad de mi discurso encuentro la contradicción, mis infinitas dualidades. La repetida búsqueda de definiciones, el desconcertante encuentro con la incertidumbre; lo primero inalcanzable con tanto viento que marea; lo otro es lo que soy, en lo que me reflejo.
1 comentario:
amigo dejate de joder y disfruta la vida porque sino cuando el don de la muerte llegue vas a preguntarte porque desperdiciaste tanto tiempo en preguntas
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