Ahora que no veo por tu ojos, me quede ciego hasta que abra los mios. En esta ceguera repentina todo tiene tu nombre, ¿y si no hay otros ojos que los tuyos?. Tengo tanta tristeza, tanta ausencia, que puedo hacer mil zambas y más, podría llorar para siempre aunque no conozca la eternidad. Ando a tientas por un camino conocido, todo lo que toco tiene tu nombre, todo lo que oigo también.
Ausencia
Habré de levantar la vasta vida
que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales
a luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas,
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde.
J.L.Borges
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